
PONENCIA DE DANIELA CASTRASANA
La Peste.
Los escritos de Freud psicoanalista, fueron producidos a lo largo de su actividad creadora en distintas condiciones. Durante los primeros años de su carrera, mantuvo con Wilhem Fliess un intercambio epistolar que fue significativo para el desarrollo de sus concepciones. La serie de manuscritos enviados por Freud a Fliess entre 1892 y 1897, así como una cantidad de cartas, contienen de manera orgánica el desarrollo de sus ideas, y esbozos de las publicaciones posteriores que compondrán la obra que hoy nutre nuestro bagage de conocimientos, y que siguen referenciando nuestro camino de formación y transmisión del psicoanálisis.
Esta riqueza epistolar fue rescatada por una alumna de Freud, la princesa Marie Bonaparte. Cuenta Ernest Jones en la biografía que le dedicó a Freud, que Marie Bonaparte, analizante y alumna de Freud, pudo rescatar los originales de esas cartas y manuscritos, y contradiciendo la voluntad de Freud de destruirlos, logró preservarlos para luego publicarlos. Estamos hablando del Proyecto de Psicología para neurólogos; El manuscrito K: las neurosis de defensa y otros tantos. La formación del analista se valía de medios que desafiaban la distancia, pero con dilación en el tiempo.
También se sabe, frecuentaba reuniones en diversas sociedades médicas de Viena, donde intercambiaba sus hallazgos con otros profesionales, además de realizar publicaciones en revistas de la época, hasta llegar a crear junto a otros, su propia revista de difusión llamada “Imago”.
Al tiempo que gente de toda Europa viajaba a Viena para tratarse con él, se fueron traduciendo sus escritos a diferentes idiomas, dio innumerables conferencias en distintos países y fue nombrado Doctor Honoris Causa en la Universidad de Clark en EEUU: “Les traemos la Peste”, les dijo. Su descubrimiento del inconsciente y la invención del psicoanálisis precedían sus pasos, y se esparció viralmente. Muchos se formaron con él a la distancia.
El legado del psicoanálisis trasciende distancias físicas para adentrarse en la formación de los analistas dentro y fuera de los recintos de los salones. Lacan lo señala en su Conferencia en Caracas de 1980, cuando se dirige a un público latinoamericano, que sin duda “eran sus lectores” sin haber estado nunca sentados en los salones de Saint Anne en Paris, o en la Escuela de Altos Estudios, donde dictó por más de 25 años su seminario, a pesar de la Excomunión de la IPA. Lacan supo crear la transferencia de trabajo para la formación de los analistas, y continúa vigente desde su retorno a Freud.
El “Instituto Oscar Masotta” o IOM como lo conocemos, fue creado en el año 2000, para la investigación y docencia del psicoanálisis, y se ha hecho cargo de la política de la Escuela de la Orientación Lacaniana, EOL, en el interior de la Argentina. Desde entonces promueve actividades de formación, investigación, transmisión y lazos de trabajo en transferencia al psicoanálisis, descentralizando en regiones y ciudades de todas las provincias argentinas. Se lo nominó en honor a un intelectual argentino, maestro, ensayista, semiólogo y crítico de arte, responsable de introducir la enseñanza y la práctica de Lacan al idioma castellano. En concreto, traducía sus textos y los repartía en reuniones de discusiones interminables.
Algunos analistas cercanos cuentan anécdotas de cómo se convertían en “mulas de contrabando” con libros de producción psicoanalítica en cada viaje a Europa, volviendo con sobrepeso y abultados paquetes, con el fin de la transmisión del psicoanálisis en distintas latitudes. Hoy en día continuamos con algunas prácticas piratas, buscando textos agotados en internet, y traficando artículos de revistas y libros.
El título del eje de esta jornada a la que fuimos invitados, me inspiró todo este recorrido. Como verán, la formación de los analistas y la transmisión del psicoanálisis no es materia de presencialidad o virtualidad. A consecuencia de una “peste” ampliamos los horizontes de aquella otra peste, como la nombró Freud, y nos conectamos en encuentros multitudinarios o íntimos, cercanos o lejanos, conocidos y desconocidos, y potenciamos (en el sentido matemático de elevar a la potencia un número) clases, seminarios, talleres, conversatorios, jornadas, etc.
La pandemia nos distanció, y a la vez nos propuso un nuevo medio de reunión, y la transmisión del psicoanálisis ganó una nueva herramienta. La pandemia obligó al aislamiento de los cuerpos, pero para el psicoanálisis el cuerpo se hace presente a través de sus objetos voz y mirada, produciendo nuevos efectos tal vez, pero invitando a ser creativos con este saber hacer. La pandemia detuvo la circulación, y amenazaba desde un apronte angustioso. Desde el IOM2 Delegación Tandil, respondimos con el deseo decidido a esparcir la peste, y no hay aislamiento o protocolo sanitario que lo detenga.
En el IOM nos encontramos con otros con la misma lógica con la que practicamos el psicoanálisis. No se persigue la lógica del grupo, aunque a veces nos agrupemos, y otras veces nos engrupimos, pero eventualmente pueden producirse efectos de formación. Se orienta a un espacio de multiplicidad sin unificación, sin líder, un conjunto abierto no todista que aloja diversidades que generan tensiones, tensiones que sostenemos para no deslizar hacia la masa o el grupo, y permanecer múltiples y diferentes. “Sin ninguna expectativa de armonía en ese estar juntos” dirá Miller en El banquete de los analistas. Es difícil reunirse en torno a un vacío de saber, ¿pero acaso no es lo mismo que sucede en un análisis?
Del mismo modo compusimos este trabajo, con múltiples voces que se reúnen en un texto, y que deja sus poros abiertos para que cada uno entre por donde pueda. Nos encontramos en distintos espacios de investigación, sin pretender detentar un saber acabado. La creación de lazos entre colegas fue uno de sus efectos, caracterizándose la Delegación Tandil desde sus inicios, por hallar las herramientas que nos permitan abordar lo real de la clínica, compartiendo nuestra práctica.
El Seminario Clínico Anual en el que año tras año nos aventuramos en los trabajos de Freud y Lacan, no se detuvo durante la pandemia, y seguimos haciendo lazos con las interferencias propias y ajenas de la tecnología. Junto a docentes locales y docentes invitados fuimos abordando preguntas clínicas sobre el Inconsciente en 2020 y sobre el Síntoma en 2021. Para resguardar la circulación de los casos por las redes, comenzamos a trabajar con casos ya publicados en la obra Freudiana y en Revistas o Libros de la Orientación Lacaniana. Nos dimos tiempo para trabajar con los testimonios de pase. Así inventamos: Abrir el Zoom para Pasar por el pase.
Asimismo, el caso clínico es una de las herramientas con las que contamos para trasmitir algo de lo que acontece en la experiencia analítica, con la dificultad que eso conlleva. No retrocedemos al intentar hacer pasar a la escritura lo singular de cada encuentro entre analizante y analista. Así, cada caso será diferente de otro. El analista deberá formalizarlo para hacer avanzar el psicoanálisis. Pensamos a la construcción y presentación del caso como una práctica fundamental en un psicoanalista, como lo son el análisis personal, el control y la formación permanente. Es por eso que decidimos darle forma al taller y renovamos con entusiasmo cada año este espacio, que ya lleva 5 años de producción incesante.
El analista es quien escribe cada vez, con sus trazos, el texto del caso que construye. ¿Cómo formalizar las nuevas intervenciones? Hay nuevas formas de demandas que llegaron para quedarse: Nos encontrarnos periódicamente respondiendo consultas e interviniendo por whatsApp. Esto nos permitió ubicar que en algunos casos esa vía posibilitó que se estableciera un lazo Transferencial. En otros, se desvirtúa tendiendo hacia la resistencia. Intervenir para hacer entrar esos mensajes escritos o audios, alojar estas nuevas presentaciones, fue otra manera de dejarnos enseñar por la clínica. Continuamos trabajando en el taller de construcción de casos, apostando a lograr nuestro principal objetivo: que pueda decantar al menos un escrito producido entre los participantes del taller para la presentación en la sección clínica de la clase.
Del mismo modo hicimos con el taller de Lectura, en donde se toma como referencia diversos textos de la bibliografía propuesta para el Seminario, y llevamos adelante encuentros para detenernos en una lectura rigurosa, para luego abrir un espacio de conversación, intentando producir un anudamiento con el seminario y la clínica.
Ambos talleres están orientados en la apuesta por una formación constante de los analistas, pero fundamentalmente a partir de la construcción de lazos y transferencia de trabajo entre colegas. Transferencias para generar trabajo, y trabajos para generar transferencias. En ese moebius se sostiene nuestra propuesta.
Por otro lado, uno de los objetivos de nuestra biblioteca es la realización de actividades abiertas a la comunidad que le permita al psicoanálisis de la orientación lacaniana conversar con otros discursos. La Biblioteca IOM2 Delegación Tandil durante la pandemia y ante la imposibilidad de los encuentros presenciales hizo uso de la tecnología, al igual que las demás actividades de la delegación.
Los dos años que duró la restricción de reuniones masivas, no nos hizo retroceder en el interés de la biblioteca de realizar actividades abiertas a la comunidad. Poder hacer con lo que hay es algo que nos enseña la experiencia analítica, hacer uso de las tecnologías posibilitó los encuentros con colegas y con otras disciplinas. En el 2020 a través de la plataforma Zoom realizamos la presentación de la revista “La ciudad analítica 3- Bocanada”, publicación del ICdeBA (Instituto Clínico de Buenos Aires) Contamos con la presencia, virtual, de la directora de redacción de la publicación y diversos autores de artículos allí publicados. También participaron colegas de diferentes ciudades y hasta de otros países. Fue una experiencia inédita para la biblioteca y para los que allí participamos, cada uno solo con su dispositivo y al mismo tiempo compartiendo en simultáneo una conversación.
En el 2021, teniendo un poco más de experiencia con los dispositivos y plataformas, nos propusimos realizar una conversación entre el Psicoanálisis y Medicina. El tema que nos convocó fue las técnicas de reproducción humana asistida, e invitamos a un experto en el tema. Ante los momentos de incertidumbre que se vivía por la situación sanitaria que atravesábamos, encontrarnos virtualmente nos daba una “bocanada” reconfortante.
Este año, retomamos la presencialidad en todos los espacios, pero sin desprendernos del todo de las herramientas conquistadas. Aprendiendo a hacer haciendo, inventando desde lo que no hay, transformando lo que hacemos, poniendo en acto las enseñanzas del psicoanálisis.
La pandemia del covid, al igual que “La Peste” (la obra de Camus) nos propuso acercarnos a replantearnos cómo posicionarnos sin posibilidad de evadirnos, a una epidemia o bien a un real cualquiera que pone en jaque todas nuestras ortopedias de seguridad y saber. Pues bien, el psicoanálisis se propone como una práctica acorde a cada época para abordar la peste que nos habita, haciendo lugar a la invención de cada uno, aunque el pensamiento lo desconozca.
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