Una mirada profesional desde el psicoanálisis

Una mirada profesional desde el psicoanálisis

Lic. Liliana Fernández, integrante del Colegio de Psicólogos y Psicólogas Distrito VIII

Una mirada profesional desde el psicoanálisis

La Lic. Nidia Lili Fernández vive en Olavarría, trabaja en consultorio y, prematuramente, apeló a una herramienta que la pandemia transformó en uno de sus principales dispositivos: las consultas on line. “En ese aspecto, la pandemia me encontró bastante experimentada porque, desde hace 10 años, realizo consultas on line con pacientes que se mudaron al exterior o a otros puntos del país”. Además, coordina grupos de estudio, donde se desarrollan actividades de lectura; participa del grupo de investigación Apola Salta y de espacios de discusión de casos clínicos.
Fernández fue una de las expositoras de la Jornada “Reanudando la presencialidad”, organizada por el Colegio de Psicólogos y Psicólogas Distrito VIII, con el fin de abordar los temas que más han afectado a usuarios y profesionales de la Salud Mental, durante la pandemia. Dentro de los principios que guían el trabajo institucional está el de construir un Colegio abierto para todos, con una conexión permanente con matriculados y matriculadas, quienes pueden seguir desde sus redes sociales el trabajo que se viene realizando pero también ser parte de esa construcción con sus propios aportes.

La experiencia clínica y los espacios de estudio
“Mi trayectoria es bastante larga y comprende distintos tiempos del país y de inserción de la carrera. Me recibí en 1978 y me tocó transitar parte de lo que fueron algunas censuras en relación a nuestra profesión y reducción de nuestro campo. Siempre tuve interés en trabajar en la salud pública y, durante muchos años, trabajé gratis en La Plata y Buenos Aires, cuando no había reconocimiento formal de nuestra práctica en hospitales” señala la psicóloga.

¿Cómo ha sido tu trayectoria y formación, como psicoanalista?
Creo que el psicoanálisis oferta alguna modalidad de abordaje clara y distinta respecto de todas las otras prácticas y debe tener una distinción clara para los profesionales de la Salud Mental. Sin embargo, no siempre es tan clara y muchas veces apoyamos más perspectivas clínicas de la neurobiología, de la respuesta o de la explicación biologicista.

¿Cómo incide el psicoanálisis en la práctica profesional de esta región?
Mi criterio, formación y recorrido ha intentado clarificar la particularidad de la intervención que ofrecemos como analistas. El término analista implica una función de logicizar la reflexión y las coordenadas que producen el efecto de sufrimiento en nuestros pacientes.
Mi interés personal ha sido siempre tratar de interrogar cómo intervenir de manera más eficaz, encontrar mejores respuestas en términos de reducir los sufrimientos en la región, aunque entiendo que no es ajeno a lo que sucede en otros lugares.
Existe una tendencia a banalizar la intervención sobre el sufrimiento anímico mental, buscando respuestas excesivamente rápidas, aunque no abono el infinito y la no respuesta pero hay explicaciones que no siempre van en favor de entender y resolver el problema que generó el sufrimiento. Mi perspectiva profesional intenta ver cómo se desarticula el efecto de sufrimiento o la construcción de un problema que genera sufrimiento.

¿Considerás que hacen falta mayor cantidad de espacios de capacitación para los profesionales?
Los psicólogos somos como cualquier otro profesional: la capacitación debe ser permanente, no tanto en el sentido de formación con otros colegas pero sí en espacios de reflexión, estudio y teorizaciones novedosas para reformular lo que no funciona o prospera.
Creo, en términos generales, que toda profesión requiere de una puesta en forma permanente, al menos en espacios de reflexión y de interrogación acerca de cómo se lleva adelante una práctica y los resultados que se obtienen.